Os tengo abandonados.... lo sé, de verdad que sí... y opino como vosotros, no debería tener abierto este quilombo si no le hago ni puto caso, pero bueno, entre las vacaciones, la crisis,los viajecitos de fin de semana, el carné, y demás cosillas estoy siempre muy ocupado. Pero como no me da la gana carrar este, que también es tu blog, pues me dispongo a realizar una actualización de las largas, de las que tienen sustancia y a modo de resumen contar varias cosillas.
CROACIA: Como bien anuncié a bombo y platillo en actualizaciones anteriores este veranito estuve en Croacia. Más concretamente en Pula, que para los que no sabéis, está al sur de la península de Istria en pleno mar Adriático. Vivir es este sitio durante 15 días ha estado bien, pero para ser sincero, como lugar de vacaciones, pues no, más bien no. Se descansa y mucho pero porque tampoco encuentras mucho que hacer, salvo comer muy bien, y beber mucha cerveza a precios increíbles, está todo muy muy muy barato.
Pula es uno de los pueblos más importantes de esta curiosa y aún por desarrollar península, y que atrae a la gran mayoría de turistas de Istria. Nuestra residencia y base de operaciones se encontraba en este pueblo, en una casa que me recordaba mucho a un plató en los que se rueda la serie cuéntame. Los muebles llevaban allí desde que reinaba Carolo, la limpieza no era uno de los fuertes de la casa, así como tampoco lo era la distancia a la que nos encontrábamos de las playas buenas, por llamarlas de aquella manera.
La playa más “cercana” (30 minutos andando) a nuestra coqueta residencia, era la de Verudela, una especie de Marina D’or muy cutre, con una, como todas las de la zona, playa muy incomoda llena de pedruscos y peñascos que hacían que las aguas fueran cristalinas, pero la zona para tomar el sol, lo que en España conocemos como arena, se convertía en una autentica pesadilla, ya que tomaras la posición que tomaras, los pedruscos insistían en clavarse en los espacios intercostales con la consecuente incomodidad para el bañista.
El calzado de moda en la Republica de Croacia, es la cangrejera, esa bonita sandalia que se ata al pie para protegerlo mientas se mete en el agua, ya que evidentemente dentro del agua, solo había mas piedras y pececillos de colores. Todo el mundo que osa a visitar estas playas, debe llevar unas puestas, ya que la idea de caminar descalzo no es en absoluto recomendable. La primera noche de nuestra llegada a Pula, y tras instalarnos en nuestro palacete, bajamos al café “Cuba Libre” donde unas simpáticas y afanadas alumnas de español en forma de camareras, nos agasajaron con ricos cubatas. Pero para terminar la primera noche, bien bebiditos, unos italianos nos abordaron y nos descubrieron la Biska, una típica bebida croata que no sé muy bien que es lo que tiene, pero que a casi todos nos instaló una sonrisilla muy simpática en la comisura de nuestros labios. La simpatía y buen rollo de los italianos, pese a que fueron un poco pesados, fue de agradecer ya que nos echamos unas buenas risas con ellos.
Porec es otro de los pueblos más importantes de la zona, que se termina de ver en pocos minutos, pero tiene un paseo muy agradable.
Fazana, fue uno de los pueblos que más me gustó, no tiene mucho en especial, pero fue desde donde partimos a la Isla de Brijuni, que pese al esfuerzo físico que me supuso estar todo el día montando en bicicleta por la isla, fue uno de os platos fuertes de este viaje.
En dicha isla pudimos disfrutar de un safari un poco cutre, en bicicleta por supuesto, pero donde vimos un burro recién nacido, unas cebras, un elefante con un pollón enorme, unas avestruces y el timo más grande de todos los tiempos en forma de parque jurásico, o lo que allí llaman Dinorauria Park. ¿La nota cómica de este día? yo en bici, y un camarero de un chiringuito que insistió en deleitarnos los oídos con bonitas canciones españolas como pasodobles, zarzuelas y rumbas mientras daba de comer a unos cuantos burros unas sabrosas zanahorias.
Poco más puedo contar de mis vacaciones, salvo que llegué negro de tanto sol, y con unos cuantos kilos de más. Lo cierto es que lo pasé muy bien, porque lo que importa no es tanto donde se veranea si no más bien con quien. Unos cuantos gigas de fotos y unos vídeos, son el resultado de unas vacaciones curiosas, pero sobre todo divertidas.
MARBELLA: Justo después de llegar de Croacia, Ann y yo nos fuimos para Marbella a lucir nuestro morenito en una de las bodas con más glamour y chic de la historia.
Dos personitas guapísimas se casaban y mi chico era testigo de ello y me hacia a mí testigo de lo buen testigo que es él y de lo bien que le queda el chaqué. Una vez más los pilaricos hacen gala de su buen hacer y de lo divertidos que son, así que la verdad, es que estos dos días en Marbella, han sido de los más divertidos del verano. TRACATÍN.
EXAMEN PRÁCTICO DE CONDUCIR: Quedarme a dos centímetros de un coche en un ceda el paso, colocarme mal en una intersección, pasarme la salida de una rotonda, que el puto coche se me cale tres veces, ponerme nervioso hasta el punto de no poder arrancar bien el coche por los temblores, y aparcar en un paso de cebra con una señal de prohibido el paso justo en mis narices, son motivo suficiente para que el examinador con sombrero de paja incluido, me suspendiera.
ROBLEDO: Pues genial, como siempre... Muchas felicidades a la homenajeada.
ZINEMALDIA: O lo que es lo mismo, Festival de Cine de San Sebastián.
Cuando uno va a un evento de estas características, lo hace con la intención de ver cuantas más películas mejor, pero en esta ocasión no ha sido así. San Sebastián estaba impresionante, un buen tiempo increíble y un ambientazo espectacular y sin lugar a dudas, todos nos dejamos llevar por el sol y por todas las tentaciones en forma de pinchos riquísimos.
Qué bien se come en San Sebastián, es un sitio absolutamente recomendable. No lo conocía, y ahora que he comido en sus tascas, he paseado por la Concha, he conocido su excitante y sugerente noche, he visto sus rincones llenos de luz y belleza, me he enamorado incondicionalmente de una de las ciudades más bellas de España.
En cuestiones cinematográficas, solo puedo contar que de cinco películas que tenía previstas, solo he visto tres: Frozen River, Entre os dedos y Acné. Más adelante os hablaré de Frozen River, galardonada con el premio Altadis a los nuevos directores un merecido galardón para una dura película que cuenta verdades como puños sobre los EE.UU.
Próximos viajes: SEVILLA, RONDA Y BARCELONA, a ver qué tal se nos dan las negociaciones.
Y bueno, en cuanto a lo que se refiere a lo personal esto es todo, pero no quiero despedirme sin antes mandar un enorme abrazo a mi amigo Juanan, ;)
A más ver.
Joserra.
CROACIA: Como bien anuncié a bombo y platillo en actualizaciones anteriores este veranito estuve en Croacia. Más concretamente en Pula, que para los que no sabéis, está al sur de la península de Istria en pleno mar Adriático. Vivir es este sitio durante 15 días ha estado bien, pero para ser sincero, como lugar de vacaciones, pues no, más bien no. Se descansa y mucho pero porque tampoco encuentras mucho que hacer, salvo comer muy bien, y beber mucha cerveza a precios increíbles, está todo muy muy muy barato.
Pula es uno de los pueblos más importantes de esta curiosa y aún por desarrollar península, y que atrae a la gran mayoría de turistas de Istria. Nuestra residencia y base de operaciones se encontraba en este pueblo, en una casa que me recordaba mucho a un plató en los que se rueda la serie cuéntame. Los muebles llevaban allí desde que reinaba Carolo, la limpieza no era uno de los fuertes de la casa, así como tampoco lo era la distancia a la que nos encontrábamos de las playas buenas, por llamarlas de aquella manera.
La playa más “cercana” (30 minutos andando) a nuestra coqueta residencia, era la de Verudela, una especie de Marina D’or muy cutre, con una, como todas las de la zona, playa muy incomoda llena de pedruscos y peñascos que hacían que las aguas fueran cristalinas, pero la zona para tomar el sol, lo que en España conocemos como arena, se convertía en una autentica pesadilla, ya que tomaras la posición que tomaras, los pedruscos insistían en clavarse en los espacios intercostales con la consecuente incomodidad para el bañista.
El calzado de moda en la Republica de Croacia, es la cangrejera, esa bonita sandalia que se ata al pie para protegerlo mientas se mete en el agua, ya que evidentemente dentro del agua, solo había mas piedras y pececillos de colores. Todo el mundo que osa a visitar estas playas, debe llevar unas puestas, ya que la idea de caminar descalzo no es en absoluto recomendable. La primera noche de nuestra llegada a Pula, y tras instalarnos en nuestro palacete, bajamos al café “Cuba Libre” donde unas simpáticas y afanadas alumnas de español en forma de camareras, nos agasajaron con ricos cubatas. Pero para terminar la primera noche, bien bebiditos, unos italianos nos abordaron y nos descubrieron la Biska, una típica bebida croata que no sé muy bien que es lo que tiene, pero que a casi todos nos instaló una sonrisilla muy simpática en la comisura de nuestros labios. La simpatía y buen rollo de los italianos, pese a que fueron un poco pesados, fue de agradecer ya que nos echamos unas buenas risas con ellos.
Porec es otro de los pueblos más importantes de la zona, que se termina de ver en pocos minutos, pero tiene un paseo muy agradable.
Fazana, fue uno de los pueblos que más me gustó, no tiene mucho en especial, pero fue desde donde partimos a la Isla de Brijuni, que pese al esfuerzo físico que me supuso estar todo el día montando en bicicleta por la isla, fue uno de os platos fuertes de este viaje.
En dicha isla pudimos disfrutar de un safari un poco cutre, en bicicleta por supuesto, pero donde vimos un burro recién nacido, unas cebras, un elefante con un pollón enorme, unas avestruces y el timo más grande de todos los tiempos en forma de parque jurásico, o lo que allí llaman Dinorauria Park. ¿La nota cómica de este día? yo en bici, y un camarero de un chiringuito que insistió en deleitarnos los oídos con bonitas canciones españolas como pasodobles, zarzuelas y rumbas mientras daba de comer a unos cuantos burros unas sabrosas zanahorias.
Poco más puedo contar de mis vacaciones, salvo que llegué negro de tanto sol, y con unos cuantos kilos de más. Lo cierto es que lo pasé muy bien, porque lo que importa no es tanto donde se veranea si no más bien con quien. Unos cuantos gigas de fotos y unos vídeos, son el resultado de unas vacaciones curiosas, pero sobre todo divertidas.
MARBELLA: Justo después de llegar de Croacia, Ann y yo nos fuimos para Marbella a lucir nuestro morenito en una de las bodas con más glamour y chic de la historia.
Dos personitas guapísimas se casaban y mi chico era testigo de ello y me hacia a mí testigo de lo buen testigo que es él y de lo bien que le queda el chaqué. Una vez más los pilaricos hacen gala de su buen hacer y de lo divertidos que son, así que la verdad, es que estos dos días en Marbella, han sido de los más divertidos del verano. TRACATÍN.
EXAMEN PRÁCTICO DE CONDUCIR: Quedarme a dos centímetros de un coche en un ceda el paso, colocarme mal en una intersección, pasarme la salida de una rotonda, que el puto coche se me cale tres veces, ponerme nervioso hasta el punto de no poder arrancar bien el coche por los temblores, y aparcar en un paso de cebra con una señal de prohibido el paso justo en mis narices, son motivo suficiente para que el examinador con sombrero de paja incluido, me suspendiera.
ROBLEDO: Pues genial, como siempre... Muchas felicidades a la homenajeada.
ZINEMALDIA: O lo que es lo mismo, Festival de Cine de San Sebastián.
Cuando uno va a un evento de estas características, lo hace con la intención de ver cuantas más películas mejor, pero en esta ocasión no ha sido así. San Sebastián estaba impresionante, un buen tiempo increíble y un ambientazo espectacular y sin lugar a dudas, todos nos dejamos llevar por el sol y por todas las tentaciones en forma de pinchos riquísimos.
Qué bien se come en San Sebastián, es un sitio absolutamente recomendable. No lo conocía, y ahora que he comido en sus tascas, he paseado por la Concha, he conocido su excitante y sugerente noche, he visto sus rincones llenos de luz y belleza, me he enamorado incondicionalmente de una de las ciudades más bellas de España.
En cuestiones cinematográficas, solo puedo contar que de cinco películas que tenía previstas, solo he visto tres: Frozen River, Entre os dedos y Acné. Más adelante os hablaré de Frozen River, galardonada con el premio Altadis a los nuevos directores un merecido galardón para una dura película que cuenta verdades como puños sobre los EE.UU.
Próximos viajes: SEVILLA, RONDA Y BARCELONA, a ver qué tal se nos dan las negociaciones.
Y bueno, en cuanto a lo que se refiere a lo personal esto es todo, pero no quiero despedirme sin antes mandar un enorme abrazo a mi amigo Juanan, ;)
A más ver.
Joserra.
3 comentarios:
Joe, que veranito más completo... luego te quejarás!!
Ehmmmmm, la película era Frozen River, gordo, no Fronzer.... ;-)
Ann O´nadada, vigilanta del lenguaje.... corregido!
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