Después de tanto tiempo sin escribir, algo que comienza a ser una tónica ante este blog, comienzo de nuevo esta grtificante actividad con la crítica de la última película que mi ojo bueno ha ido a ver al cine Ángeles y Demonios.
Estamos ante un thriller correcto que, esta vez y a diferencia de El código DaVinci, escoge con decisión el camino de la pura y dura acción, no es tan soberanamente aburrido como la primera entrega y en este film Ron Howard camina correctamente por la vía del espectáculo en su máxima expresión. Evidentemente con el esperado trasfondo religioso y la mística de la simbología cristiana para elaborar una serie de inverosímiles enigmas un tanto difíciles de creer.
Teniendo en cuenta que la trama de la historia comienza en el polémico acelerador de partículas, el CERN, la película carece de esa lucha encarnizada entre la religión y la ciencia y se basa única y exclusivamente el la simbología cristiana. Los iluminados(illuminati) quieren hacer efectiva su venganza contra la iglesia por negarles hace años su existencia y la lian parda. Esto da lugar a un sinfín de veloces efectos especiales, asesinatos, no deja paso a la reflexión y genera un tensión al espectador, solo interrumpida por el pésimo (esta vez lo reconozco) doblaje que tiene la película. Recomiendo verla en V.O aunque quizá el esfuerzo merezca poco la pena, porque me da que los estúpidos acentos que le ponen a los personajes suizos e italianos, interpretados en inglés y son esperpénticos tambián aparecen con el audio original.
Lo que pocos destacarán es que Ron Howard, ha elaborado un film de acción que no se cree nadie, claro que la culpa realmente es de Dan Brown que es quien le da forma originalmente a la película. Algo de mérito tiene, al menos hasta su desenlace, que ya era pobre en la novela, muy pobre. De hecho el final de la película, aceptable, dista mucho del que parió el aclamado escritor, que era absolutamente desastroso.
La película posee una dinámica fotografía, una excelente música de Hans Zimmer y un guión que lima algunas asperezas del texto original, y en su conjunto el film proporciona dos horas de razonable entretenimiento. Y hablando de fotografía y aspectos técnicos, casi vomito con algunos escenarios virtuales en los que integran a los actores, como por ejemplo, la basílica en la que supuestamente está enterrado Rápael, se nota a la legua y en una película que se ha encontrado con dificultades en sus localizaciones y que tiene el presupuesto que tiene, no puede haber errores tan garrafales como este.
Ángeles y Demonios es un acelerón, está hipertrofiada de medios y ruido, y utiliza la supuesta polémica con la Iglesia para embellecerse con el ornamento de la mitología cristiana. Por cierto que dotan a la iglesia en este film, de unos medios técnicos que sinceramente me cuesta creer, como por ejemplo la impresionante sala en la que se guardan los archivos vaticanos. Ridícula la escena que aquí se sucede por cierto.
En la parte interpretativa a Tom Hanks le colgaba del palo mayor que tengan en el vaticano, a Ewan McGregor que hace de Camarlengo le salvo de la quema porque genera interés y realiza un papel creíble, pero poco, a Ayelet Zurer ni la mento porque horrible. El elenco no es muy destacable, pero claro, el presupuesto se lo lleva Tom Hanks.
Nota: 3
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